El estilo y la opulencia de los dragones

La moda como herramienta de estatus social tiene todo un proceso de intencionalidad detrás, y La Casa del Dragón existe para demostrarlo. Desde el primer episodio, la serie establece con claridad que el vestuario es un medio crucial para representar la grandeza de la familia Targaryen. Los trajes, que cuentan con materiales lujosos como la seda, el terciopelo y los brocados dorados, están diseñados para transmitir la fuerza y la herencia mística de la familia.

El vestuario en La Casa del Dragón está fuertemente influenciado por la moda medieval y gótica. La silueta de las prendas, con capas largas y ajustadas, cinturas marcadas y mangas voluminosas, evoca una estética de época que está en consonancia con el tono oscuro y dramático de la serie. Los vestidos de las mujeres, en particular, cuentan con un balance medido entre elegancia y sobriedad.

Los trajes de los hombres también están diseñados para resaltar el poder y la masculinidad, con armaduras ornamentadas, túnicas de corte recto y detalles metálicos que sugieren fuerza y autoridad. Los cuellos altos y las capas pesadas son un recordatorio constante del clima de intriga y peligro que envuelve a los personajes.

Un ejemplo de la moda como herramienta narrativa lo encontramos en el vestuario de Alicent Hightower, la reina consorte. Sus conjuntos se vuelven más elaborados y ornamentados a medida que su poder y ambición crecen, reflejando de forma visual la transformación del personaje a lo largo de la serie.